Wilma Sonera
Soy coach porque me atrae mucho ver cómo Dios desarrolla Su plan en la gente. Quiero ayudarle a llegar a ese punto en el que llegue a entender que existen diversos modos de hacer aquello para lo cual fue creado, y que ya Dios le dotó con muchas de esas respuestas en su interior. Que una vida balanceada puede, y va a traer vitalidad a su vida personal y a su ministerio.
Existe un sinnúmero de gente con sueños y visiones dentro de nuestras iglesias, sin embargo, muchos se encuentran confundidos de cómo convertirlos en realidades. Coaching es una herramienta que ofrece una perspectiva externa, para manifestar su potencial interno, ayudándole a cumplir con su llamado. Yo he visto el éxito de esta herramienta en las vidas y ministerios de otros líderes, y ahora –con agradecimiento– puedo añadirme a ese grupo que ha sido enriquecido a través de la misma.
Desde que Dios vino a mi vida, hay dos cosas que amo y por las que he desarrollado gran pasión: gente y entrenamiento. Encuentro maravilloso el ser testigo de cómo el Espíritu Santo opera en los diferentes dones, desarrollando gente para que descubran su propósito y que lo usen para extender el Reino.
Soy coach porque me atrae mucho ver cómo Dios desarrolla Su plan en la gente. Quiero ayudarle a llegar a ese punto en el que llegue a entender que existen diversos modos de hacer aquello para lo cual fue creado, y que ya Dios le dotó con muchas de esas respuestas en su interior. Que una vida balanceada puede, y va a traer vitalidad a su vida personal y a su ministerio.
Existe un sinnúmero de gente con sueños y visiones dentro de nuestras iglesias, sin embargo, muchos se encuentran confundidos de cómo convertirlos en realidades. Coaching es una herramienta que ofrece una perspectiva externa, para manifestar su potencial interno, ayudándole a cumplir con su llamado. Yo he visto el éxito de esta herramienta en las vidas y ministerios de otros líderes, y ahora –con agradecimiento– puedo añadirme a ese grupo que ha sido enriquecido a través de la misma.
Desde que Dios vino a mi vida, hay dos cosas que amo y por las que he desarrollado gran pasión: gente y entrenamiento. Encuentro maravilloso el ser testigo de cómo el Espíritu Santo opera en los diferentes dones, desarrollando gente para que descubran su propósito y que lo usen para extender el Reino.